El Barcelona se acerca a semifinales a pesar de la reacción final del Bilbao
Neymar marcó un gol en San Mamés.
El FC Barcelona se ha acercado este miércoles a las semifinales de la Copa del Rey con una victoria por la mínima en San Mamés (1-2) ante un Athletic Club que pareció eliminado durante más de una hora pero que encontró un resquicio de esperanza con una reacción final en la que Aritz Aduriz marcó un gol que acortó la ventaja que le habían dado en el primer tiempo al Barça sendos tantos de Munir El Haddadi y Neymar Júnior.
Munir remató una preciosa jugada iniciada por Arda Turan, que se zafó de tres defensores para que Iván Rakitic sirviera un centro al canterano barcelonista que el ya internacional remató con la misma destreza que el croata centró, salvando la presencia de Xabi Etxeita.
Recién se había pasado el primer cuarto de hora de partido cuando el Barcelona abrió el marcador y no se había llegado a la media hora cuando puso el 0-2 Neymar aprovechando un fallo en cadena local en el Xabi Etxeita se despistó, Iago Herrerín no llegó al balón y Aymeric Laporte se resbaló antes de que el brasileño marcase a placer.
A partir de ahí impotencia local y un arreón final de los leones en el que llegó el gol de Aduriz, el vigésimo tercero que marca esta temporada. Fue con un disparo al borde del área pequeña, a pase de Mikel San José y tras una fallo en la salida del balón de Dani Alves.
Al Barcelona, muy tranquilo durante casi todo el partido, le sobraron los minutos finales, en los que si no llega a ser por un par de manos de Ter Stegen que neutralizaron dos remates de Sabin Merino quizás no hubiese regresado a Barcelona con un resultado que, no obstante, le deja casi en semifinales.
Tras los primeros partidos de la trilogía Athletic-Barcelona, pensar en una remontada rojiblanca, a pesar de la reacción final bilbaína, parece una quimera.
No fue el gran partido que regularmente ofrecen los Athletic-Barça en San Mamés, ya que ni el Athletic fue el equipo intenso, poderoso y acertado del pasado mes de agosto en la Supercopa, ni el Barcelona ofreció dudas a pesar de las bajas.
Valverde presentó novedades en la alineación. Y no solo los esperados regresos de Aduriz y Susaeta, si no que también optó por Lekue para dar más tinte ofensivo al lateral izquierdo y por Iturraspe en el doble pivote en busca de algo más de creatividad.
Luis Enrique, por su parte, eligió a Arda, Munir y Sergi Roberto por los ausentes Messi, Luis Suárez y Jordi Alba, una de las opciones que se manejaban.
Tuvo un cuarto de hora más brioso el Athletic, que durante minutos recuperó muy pronto y encerró al Barcelona en su área. Aunque sin ocasiones, ya que Susaeta no estuvo hábil en el área a centro de Williams.
Pero la calidad del Barcelona trasciende a Messi y Suárez, incluso al tridente que quedará para la historia porque no necesitó a ninguno de ellos para abrir el marcador con un golazo. Turan salió vivo de un blando tres contra uno al que le sometieron Lekue, Laporte y Susaeta y encontró solo en la banda derecha a Rakitic, cuyo centro posterior fue tan primoroso como la entrada a por todo de Munir para batir a Herrerín.
Era el segundo acercamiento peligroso del Barça, que ya estuvo a punto de marcar en un disparo desde el vértice del área que dio en Williams y se le envenenó al meta local, que consiguió despejar a córner. Tras el saque de esquina, Alves remató fuerte y algo desviado desde la frontal.
No tardó el 0-2. Una jugada que dejó retratada a la defensa rojiblanca, que falló en cadena. A Etxeita le cogió más pensando en marcar la línea del fuera de juego que en el balón un envío al borde del área que pelea Neymar, al que no llega Herrerín y en el que se resbala Laporte para que el crack brasileño marcase el segundo tanto.
Acusó mucho ese tanto el conjunto local, que perdió fe y fuelle en la intensa presión del primer cuarto de hora. El Barcelona se acomodó al marcador y ya trató más de mantener la posesión de la pelota que de hacer sangre a un Athletic a expensas de encontrar algo más que el enorme apoyo recibido de la grada para cambiar un destino que, de cara a la segunda mitad, parecía irreversible.
Casi no había comenzado la segunda mitad y Munir buscó encumbrarse con un lanzamiento desde casi medio campo que no fue a más porque encontró a Herrerín en su sitio.
Respondió rápido el Athletic, pero Susaeta demostró que la tendinitis que arrastra y no le deja jugar dos partidos en una semana le ha mermado también la chispa. Williams acabó esa jugada con un fuerte disparo desde la frontal que salió tan desviado como otro inmediatamente posterior de Eraso, este en mejor posición pero sin impactar bien a la pelota.
Después de ese brioso arranque de la segunda mitad, impotencia en el Athletic y tranquilidad en el Barcelona hasta la reacción local en el tramo final que casi cambia las cosas con dos remates de Sabin Merino a los que respondió bien Ter Stegen y con el tanto de Aduriz que da una mínima esperanza a los vascos de llegar a unas semifinales que parecen ya blaugranas.
EFE